Pueden existir ocasiones en las que tengas dudas con los profesionales que se encargan de los trámites y gestiones de tu empresa y te plantees cambiar de asesoría.
Este problema suele dar vértigo por la cantidad de trámites que parece que se avecinan.
Nada más lejos de la realidad. Si te cambias de asesoría, no tendrás que hacer nada, tu nueva asesoría es quien se encargará de pedir toda la documentación.
Presta atención que te lo explico todo.
Motivos para cambiar de asesoría
Cada empresa es un mundo, y cada una tendrá sus motivos para querer cambiar de asesoría. Te voy a dejar, a continuación, los más habituales.
Errores en la gestión
La finalidad de contar con una empresa que se encargue de todo lo legal, fiscal y laboral es que tu negocio no tenga problemas. En el momento en que surgen diferencias, errores y deficiencias en el asesoramiento, se reciben sanciones y se tienen pérdidas económicas. Además, la baja calidad en el servicio de asesoría puede frenar considerablemente el crecimiento y desarrollo del negocio.
Falta de comunicación
La gestoría debe ofrecer diferentes opciones para comunicarse de forma cercana y rápida con sus clientes.
Si esto no se da, o no se informa adecuadamente a sus clientes de todo lo relacionado con su empresa, lo normal es que decida buscar a otros profesionales que sí lo hagan.
La falta de comunicación puede generar malentendidos que tengan consecuencias importantes para la compañía. Así que, si un negocio percibe que su asesoría no atiende sus preocupaciones, no le contesta cuando tiene dudas y no le da información actualizada y relevante, es un claro indicativo de que tiene que cambiar de gestoría.
Servicios ofrecidos insuficientes
Si tu negocio está creciendo, quizás necesites de tu asesoría más servicios de los que le solicitaste inicialmente.
Si se da el caso de que no cuentan con profesionales especializados en esas materias, no tienen conocimientos o capacidad para garantizarlos, la empresa deberá cambiar de asesoría, buscando alguna que ofrezca servicios integrales donde se cubran todas sus necesidades.
Precio elevado
La relación calidad-precio de tu asesoría actual es un factor clave a la hora de evaluarla. Para cualquier negocio, es fundamental tener claridad sobre los servicios incluidos en el costo.
Si sientes que el precio es elevado, es posible que no estés aprovechando todos los servicios disponibles dentro del paquete que has contratado. En este caso, lo ideal sería buscar una asesoría que te ofrezca un plan personalizado que se ajuste a tus verdaderas necesidades.
Por ejemplo, un autónomo con un pequeño negocio no requerirá el mismo nivel de soporte que una gran empresa, y el precio debería reflejar esa diferencia.
No saben resolver problemas específicos
Cuando enfrentas crisis o problemas complejos, es crucial contar con una asesoría preparada para abordarlos con eficacia, sin sentirse desbordada.
La falta de experiencia suele ser la causa de muchas complicaciones. Si tu asesoría ha gestionado una amplia variedad de trámites, no debería verse superada por ninguna situación. Lo realmente complicado surge cuando la falta de experiencia provoca demoras y dificulta la resolución de los problemas.
No se adaptan a tu crecimiento
Como cliente debes sentirte respaldado independientemente del tamaño de tu negocio. Por eso, la adaptabilidad de tu asesoría a tu crecimiento es fundamental.
Muchas asesorías, por ejemplo, cuentan con diferentes planes con precios muy variados que se adaptan a las necesidades de los clientes, ya que cada uno es único. Puede ser por su sector, por su nivel de facturación o su número de empleados, pero cada empresa necesitará unos servicios a los cuales tu asesoría debe saber adaptarse.
Tienes que acudir a otros profesionales
Quizás, en algún momento, te has visto solo ante una gestión porque tu asesoría no cubre algunas operaciones o procedimientos, o has necesitado una segunda opinión para comprender mejor la situación de tu negocio. Esto no debería ser lo normal; una asesoría debe cubrir todas tus necesidades.
Falta de transparencia
En todo momento debes saber qué está pasando con la gestión de tu empresa, y si necesitas detalles sobre alguna operación, tu asesoría debe estar dispuesta a proporcionártelos.
Delegar tus gestiones no significa que debas estar desinformado sobre la administración de tu negocio.
No están actualizados
En un mundo donde la tecnología no deja de evolucionar, estar modernizado es esencial para estar presente. Si tu asesoría no sabe gestionar trámites electrónicos, tienes un problema.
Una asesoría debe de estar actualizada, además de saber adaptarse a los cambios tecnológicos que se avecinen.
No se preocupan por ti
Si tu asesoría no se preocupa por ti ni te ofrece un servicio personalizado, no hay mucho más que hablar.
Tu asesor debe saber qué es lo mejor para tu negocio y preocuparse por ofrecerte el mejor servicio posible. Si delegas tu negocio en otras manos, que sea porque confías en ellas.
Cuándo es el mejor momento para realizar el cambio de asesoría
Si estás teniendo problemas con el asesoramiento y gestión de tu empresa, cuanto antes hagas el cambio de asesoría menos consecuencias asumirás.
Lo más recomendable es que hables en primer lugar con ellos para confirmar que no exista un período de permanencia o cómo se podría rescindir el contrato que está vigente, comprobando todas las cláusulas relacionadas.
En caso de no tener excesiva prisa para hacer el cambio, nuestro consejo es esperar a cerrar las presentaciones anuales para que la nueva asesoría comience nuevo ejercicio fiscal y todos los trámites fiscales y contables del negocio. Así, los períodos fiscales anteriores estarán cerrados y habrá menos posibilidades de malentendidos ni problemas a la hora de depurar responsabilidades.
Es cierto que existe la posibilidad de realizar el trámite de cambio en cualquier momento, siempre y cuando no te encuentres en medio de, por ejemplo, una declaración trimestral o de la presentación del Impuesto de Sociedades. Para ello, planifica el traspaso acorde a una fecha, para poder organizar las gestiones que te faltan por cerrar con tu asesoría actual, y aquellas que van a comenzar la asesoría nueva.
Antes de formalizar el cambio, hay que tener claro las responsabilidades en los temas que haya pendientes y cualquier aspecto que surja en relación con la contabilidad y los impuestos, como aplazamientos, despidos y expedientes administrativos abiertos.
Una cosa que hay que tener clara es que, aunque dejes de ser cliente de una asesoría, ésta tiene la obligación de facilitarte tus datos y garantizar el acceso a tus trámites en cualquier momento.
Cambiar de asesoría puede ser muy necesario en caso de que no te estén aportando el servicio que necesita o merece tu negocio. No tengas miedo del traspaso, ya que en Iniciativa Fiscal podemos encargarnos de todos los trámites y gestiones de tu empresa. Contacta con nosotros y conseguirás un trato personalizado, transparencia y calidad en todo lo que hacemos.
0 comentarios